Este sábado, falleció Ana Aguirre, una de las Madres de Plaza de Mayo, cuyo hijo Raúl Esteban Aguirre fue desaparecido durante la última dictadura cívico-militar durante la década del 70.
Según publica este domingo El Civismo de Luján, Aguirre fue una de las principales impulsoras de los derechos humanos en esa ciudad, junto a Rosa Palazzo, luchadoras inseparables con el lema Memoria, Verdad y Justicia.
Nació en Pompeya, donde vivía junto a otros ocho hermanos. “Mi infancia fue tristísima. No pude ir a la escuela y no tuve ninguna fiesta de nada. Éramos muy pobres. La carne de la carnicería no se conocía. Solamente achiras y con el lomo de entraña se hacían tucos, milanesas. Mis recuerdos son muy feos, porque apare de la pobreza económica había gente con pobreza humana”, recordó en una entrevista a El Civismo.
La vida la trajo hasta Luján. “Mi primera casa fue pasando Muñiz, por Francia. De ahí pasamos a la Capilla y por último a El Quinto”. Luego, se casó con Atanasio Aguirre, con quien tuvo a Raúl Esteban.
Sobre los años de la dictadura, Ana recordó que “en esos tiempos en mi casa se juntaban muchos chicos, amigos de mi hijo. Algunos militaban en partidos y otros nada que ver. Tocaban la guitarra, tomaban mates, charlaban, se reían”.
“Una noche agarré a Raúl mientras tomaba mate afuera, y le pedí que me contara qué hacía, porque yo tenía miedo que se metiera en alguna cosa fea y le pasara algo. Lo único que me contestó fue: ‘No tengas miedo. Si me pasa algo, me pasa a mi solo. A ustedes no les van a hacer nada’. En la desesperación, le dije que si no volvía antes de las 12 de la noche lo denunciaba en la Comisaría.
Fuente: Infogei
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